Práctica e históricamente hablando, en Marruecos, todas las ciudades construidas con la llegada del Islam aún no habían conocido la curtiduría como actividad artesanal antes de ser designadas como Médina (ciudad musulmana) o centro comercial artesanal reservado para artesanos de diversas formaciones profesionales. El trabajo del cuero o la curtiduría se practicaba principalmente en ambientes naturales rurales: montañas, llanuras, altos mesetas marroquíes, especialmente en las regiones montañosas bereberes del Atlas. En estas regiones, la ganadería estaba dominada por caprinos y bovinos. En general, en varias casas de artesanos del cuero, se encontraba necesariamente una casa de curtiduría. Las llanuras y los árabes en Marruecos se especializaban en la curtiduría de ovinos y camelidos, especialmente las ovejas y los dromedarios en el sur de Marruecos. Como resultado, los bereberes curtían principalmente las pieles que tenían a su alcance: cabras y vacas.
Al principio de su existencia, la curtiduría en Marruecos, como actividad artesanal, surgió en la ciudad de Fez (que hoy cuenta con una decena de casas de curtido). A partir del año 1062, la curtiduría se estableció en Marrakech tras la construcción artesanal de la ciudad por los almorávidas, cuyo sultán era Youssef Ben Tachfine. Posteriormente, esta actividad se convirtió en esencial para otras ciudades como Meknès, Salé y Tétouan. El renacimiento artesanal en varias ciudades marroquíes se basó en la curtiduría, que proporcionaba cuero curtido como materia prima para la elaboración de otros productos artesanales en los souks de Marruecos. Así nació la marroquinería marroquí.
En todos los souks (mercados públicos de artesanos), también se encuentran diversas profesiones, como el trabajo de metales, la cerámica, el tejido, la cestería y el trabajo en madera. Todas estas profesiones están organizadas en corporaciones vecinas y complementarias, y el cuero ocupa una gran parte del espacio artesanal, proporcionando principalmente cuero curtido como materia prima. Debido a los olores fuertes y nocivos, la curtiduría se ha trasladado de los souks y los barrios para evitar los daños sanitarios causados por los productos químicos utilizados.